La Inteligencia Artificial generativa y sus múltiples aplicaciones y usos en el marco de la educación es uno de los grandes retos que afronta el sector desde ya y en los próximos años. Como explicaron los expertos reunidos ayer por Startup Valencia y BStartup de Banco Sabadell, esta tecnología ha irrumpido con fuerza y rapidez en el sector y los profesionales que trabajan en él tienen que reciclarse y adaptarse a sus usos para no quedar atrás.

Clara Torrijos, CEO y fundadora de Koanly; Marcos García, COO en Kokoro Kids; José Manuel Martínez, CEO en Medicarama, y Josep Martínez, director de Masters y Bootcamps de EDEM, fueron los profesionales que, moderados por Rosa Gorriz, CEO y fundadora de Stellium Business School, debatieron y analizaron sobre el sector edtech. Esta mesa redonda se enmarcaba en el ciclo de encuentros ‘El mundo que viene’ que, como señalaron Ángel Buigues, BStartup advisor en Banco Sabadell, y Karina Virrueta, head of Ecosystem Development en Startup Valencia, celebraba su edición número 31.

Para Clara Torrijos la irrupción de la IA en todos los ámbitos, pero especialmente en la educación, ha sido brutal en cuanto a la rapidez y el impacto que ha tenido en todos los aspectos. “Esta aparición drástica ha elevado el debate sobre si la educación actual, que no ha cambiado en 50 años, es la apropiada para el mundo cambiante e innovador en el que vivimos; pero sobre todo, impone una necesidad urgente de reciclaje para los profesionales del sector”, señaló.

En cuanto a la generación de contenido para el ámbito educativo mediante Inteligencia Artificial, Marcos García sostuvo que es una herramienta que bien configurada puede ofrecer calidad y rigor. Además, apuntó que la implantación de la tecnología en la educación “permite, como es el caso de Kokoro Kids, ofrecer actividades adaptadas al desarrollo del alumnado y completamente personalizadas; así como democratizar el acceso a la educación”.

En este sentido también se manifestó José Manuel Martínez que remarcó cómo gracias a la tecnología se reduce el coste de la educación, “aunque en el ámbito médico, por ejemplo, siempre tiene que estar supervisado por una persona”. Sobre este tema destacó que la normativa y los procedimientos para oficializar cursos avanzan muy lentamente porque “aún ahora están pensadas para cursos presenciales cuando ya hace años que está consolidada la enseñanza online”.

Por último, Josep Martínez, señaló que la tecnología es una herramienta más, una opción, que no obligación, que tiene que sumar en el proceso educativo. “Los centros de formación y escuelas de negocios tenemos la responsabilidad de hacer ver la utilidad de estos avances tecnológicos a la sociedad para que los entienda y los canalice”, comentó.

 

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