Corría el año 2005 cuando Y Combinator, la aceleradora pionera en el mundo, alumbró su primera generación de startups. Un badge que contaba, entre otras empresas, con Reddit y al que sucederían en años venideros auténticos unicornios como Airbnb, Dropbox, Coinbase, Stripe y muchos más

Apenas cinco años más tarde, Valencia -y España- vieron nacer su primera aceleradora de startups: Bbooster. Aunque hoy renombrada como Draper B1 y enfocada en el capital riesgo, la iniciativa del emprendedor valenciano Enrique Penichet abrió pista para las Plug and Play Tech Center, Lanzadera, GoHub, Demium, Innsomnia, KM Zero, Social Nest Foundation y demás entidades que dan a nuestro ecosistema una merecida fama de ‘ciudad de aceleradoras’.

En sus orígenes, la definición de aceleradora de startups podía acotarse en la siguiente frase: ‘una organización que apoya proyectos empresariales en fase inicial, mediante un programa de mentorización de duración limitada, con el objetivo de facilitarles acceso a inversión’. 

Demium es una de las aceleradoras con presencia en Valencia con un modelo diferente. Incubadora en sus inicios, centrada en captar potenciales emprendedores tuvieran o no idea de negocio o equipo, actualmente se define como ‘Talent Investor’, según nos cuenta su responsable de marketing María Balaguer.

En 2020 fundamos Think Bigger Capital, nuestro ‘Asset Management Company’, quien invierte un primer ticket de 100.000 euros en las empresas aprobadas por su comité de inversión, con la posibilidad de invertir hasta 500.000 euros más en siguientes rondas. De esta forma acompañamos a nuestros emprendedores en todas las fases iniciales”, explica Balaguer.

En su caso, Demium ha evolucionado hacia un híbrido de aceleración e inversión. “Con Think Bigger Capital hemos abierto una nueva línea de aceleración, donde captamos proyectos con ideas ya definidas y les aportamos valor mediante nuestro nuevo programa de aceleración en estrategia y acceso al fondo de inversión”, si bien la esencia continúa siendo “enseñarles a pensar y establecer un mindset basado en conceptos de Lean Startup y metodologías agile para que sean capaces de tener un criterio propio que les acompañe durante toda su vida profesional”, esgrime Balaguer.

“En nuestro programa de 6 meses, contamos con mentores y colaboradores con sobrada experiencia para nutrirse sobre los must-do and do not do. Les ayudamos a crear una red de networking y trabajar en comunidad. Cuidar y potenciar la Familia Demium es uno de nuestros mejores activos”, exponen desde la aceleradora.

 “Las aceleradoras han de estar al servicio de lo que los emprendedores y las startups necesitan, y estos de lo que pide el mercado.  El mundo está cambiando y estamos viviendo una nueva revolución, una revolución tecnológica. En este sentido, las startups juegan un papel fundamental. Cada vez hay más y mejor talento interesado en emprender y se necesitan muchos proyectos que den forma a la nueva realidad que estamos viviendo.”  

 

Sobre cómo imaginan las aceleradoras del futuro, en Demium creen que “tendrán que ser capaces de responder a las necesidades de las startups y más que nunca trabajar de forma conjunta con terceros para potenciar sinergias con otros agentes.”

 

Acceso a corporate y especialización, fórmula ganadora

Para resolver los retos a grandes empresas, la especialización y la profundidad tecnológica de las soluciones aportadas por las startups son un elemento diferencial. “La inteligencia artificial, el internet de las cosas, la conectividad 5G, la realidad aumentada, o la ciberseguridad engloban las tecnologías que nos ayudan a analizar, predecir y tomar decisiones más eficientes”, nos contaba recientemente la directora de GoHub Patricia Pastor en relación a las soluciones ‘deep tech’.

También desde Plug and Play centran sus esfuerzos en el binomio startup + corporate. La firma de capital riesgo con base en Silicon Valley, cuya sede valenciana es su flag europeo, destaca en su propuesta de valor la facilidad para conectar a sus aceleradas con un network de más de 600 partners corporativos de múltiples industrias (Zurich, Generalli, Burguer King, Pepsico, L´Oréal, Nike, Red Bull…). Y, además de con el tradicional modelo de inversión, esas potenciales conexiones también las llevan a cabo desde su propia plataforma de innovación: Playbook.

Por otra parte, Lanzadera inició su actividad allá por 2013. La aceleradora impulsada por Juan Roig que, según ‘Historia de un éxito: Mercadona’ del periodista Javier Alfonso, se convenció de poner en marcha tras leer ‘Startup Nation’. Desde su creación, ha apoyado a más de 900 startups que han conseguido más de 350 millones de euros en inversión. Y que sigue reinventándose, como última muestra la pop up store abierta recientemente en un centro comercial.

Su director general, Javier Jiménez, nos ayuda a comprender esa transición entre el modelo inicial, actual y futuro. “Lanzadera está creciendo y para poder dar apoyo a más startups en cada badge hemos tenido que incrementar también los recursos, ampliando el equipo, incorporando nuevos perfiles y también apoyándonos en expertos y en grandes corporaciones que son muy buenas en sus sectores, así nos aseguramos que podemos ofrecer mentorías de gran calidad y que sean lo más provechosas posible para los emprendedores.”

Precisamente, los programas en colaboración con grandes empresas (Corporate) son uno de los giros en el camino de Lanzadera. “Estas colaboraciones son el programa de innovación abierta por el que grandes empresas están apostando para desarrollar estrategias de innovación junto con startups”, explica Jiménez. “Se trata de que las corporaciones definan un reto innovador en abierto para que las startups lo resuelvan a través de pruebas de concepto”, un planteamiento al que ya se han sumado entidades como IBM, Acciona, Glovo, PlayStation… “De aquí a 10 años, Lanzadera se proyecta adaptada a las necesidades que el ecosistema emprendedor necesite, aportando donde sea útil, pero sin perder la misión de mentorizar y apoyar a las startups para que crezcan, generen trabajo y empleo en su entorno y lo hagan con una base sólida y un buen modelo de gestión. Esa es nuestra filosofía que vamos a mantener siempre”, remata su director general.

Wayra es otra de las aceleradoras que destaca a nivel nacional en este ámbito, poniendo el foco en proyectos innovadores relacionados con grandes tendencias globales como la inteligencia artificial, el fintech, la salud y bienestar o la sostenibilidad. La división de startups de Telefónica, invirtió en 2021 un total de 2,7 millones de euros en 19 startups que tendrán la oportunidad de llegar a millones de clientes y poder escalar de la mano de la operadora.

También con la vista puesta en la conexión startup-empresa opera FI Boost, que acelera startups B2B para las que prepara un match con clientes corporativos. “La aceleradora debe buscar diferenciación para ser elegida por la startup”, afirma su representante Lluís Costa

A tenor de los ejemplos analizados, no cabe duda de que el futuro de las aceleradoras pasa por facilitar la cooperación startup-empresa.

 

 

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