Teletrabajo: eficiencia y productividad desde casa

El teletrabajo ha experimentado un aumento significativo en la última década debido a la pandemia de la COVID-19 y la necesidad de mantener la distancia social. De hecho, se espera que este crecimiento continúe en los próximos años, con una mayor aceptación y normalización por parte de las empresas y los trabajadores. Esto, unido a una mejora en la tecnología y la infraestructura, permitirá una mayor eficiencia y productividad en el trabajo a distancia.

Desde empresas tecnológicas, de desarrollo de software, hasta consultorías de marketing o despachos de abogados, pasando por centros educativos o ayuntamientos, el teletrabajo se está abriendo paso en muchos sectores gracias a las facilidades y beneficios que aporta tanto a las empresas como a los trabajadores.

Está claro que el teletrabajo es algo que está cada vez más a la orden del día. Trabajar desde casa o desde cualquier otro lugar fuera de la oficina tiene, como ya hemos dicho, grandes ventajas, pero también tiene contras que hay que gestionar de una manera eficaz. Lo que está quedando claro en los últimos años es que, teniendo todo esto en cuenta, si lo hacemos bien, podemos sacarle mucho partido.

Una de las grandes ventajas del teletrabajo es el ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos. El trabajador promedio gasta una hora al día en desplazamientos, a lo que hay que sumar 10 minutos diarios que se gastan en arreglarse para ir al trabajo. Esos 70 minutos diarios se traducen en unas 23 horas mensuales, casi 12 días al año. Esto quiere decir que una persona que trabaje 35 años de su vida pasará de media más de 400 días desplazándose al trabajo, o volviendo de él. Teletrabajar supone ahorrar más de un año entero de vida, gastado en un autobús, tren o coche al trabajo.

Como ya hemos mencionado, no tener que ir a la oficina todos los días nos permite ahorrar tiempo, pero también dinero en el transporte, y además nos da más tiempo libre para nosotros mismos y nuestras familias. También nos facilita poder trabajar desde cualquier lugar, lo cual es genial si queremos cambiar de aires o simplemente no estamos en nuestra ciudad de origen.

La cuestión es que, a pesar de tener grandes ventajas, el teletrabajo también tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, es importante tener en cuenta la ergonomía en el espacio de trabajo. Trabajar desde casa o en un entorno no deseado puede tener un impacto negativo en la salud física y mental. Por lo tanto, es necesario tener un espacio de trabajo cómodo y organizado, con una silla y una mesa adecuadas, y una buena iluminación y ventilación.
Sin embargo, los problemas principales a los que nos enfrentamos al teletrabajar son la falta de interacción social y la dificultad para desconectar del trabajo. Esto puede llevar a problemas de conciliación, estrés y una mayor carga de trabajo.

Lo más importante para asegurar una buena salud mental y un buen rendimiento profesional es desarrollar una buena política de desconexión digital, para ayudarnos a desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo libre.

Hay varios aspectos a tener en cuenta para construir e implementar una buena política de desconexión digital, siendo estos los principales:

Establecer horarios claros: hay que definir unos horarios para trabajar y unos horarios para desconectar. Es importante respetar estos horarios para tener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Establecer reglas de comunicación: no enviar correos o mensajes después de cierta hora o durante el fin de semana, puede ser de gran ayuda para separar el tiempo de trabajo del personal.
Fomentar la desconexión: a través de acciones como desactivar las notificaciones de correo electrónico y chat durante el tiempo libre.
Utilizar herramientas específicas para teletrabajar: existen herramientas específicas para teletrabajar que, a diferencia de las plataformas de videoconferencia y programas de gestión de proyectos de siempre, tienen en cuenta los retos derivados del trabajo remoto y ayudan a mejorar la eficiencia y la colaboración entre los empleados.

Profundizando un poco en las herramientas, es cierto que cada vez existen más opciones que se adaptan mejor a las necesidades del teletrabajo, siendo una de las que más fuerza está ganando en los últimos meses la de las oficinas virtuales, que ofrecen una solución completa para teletrabajar de forma eficiente y organizada. Las oficinas virtuales son entornos digitales, espacios de trabajo en remoto que ofrecen una visión en tiempo real de todo el equipo. Ofrecen opciones de videoconferencia y chat en tiempo real para emular la sensación de estar en la oficina, pero manteniendo los beneficios del teletrabajo, como el poder trabajar desde cualquier lugar o la facilidad para tener un horario flexible.

Esta es una tendencia internacional, con grandes empresas apostando por ella tanto en EEUU como también en España. En Belong, por ejemplo, nos enfocamos en ofrecer una oficina virtual que una a los equipos y fomente la colaboración y el trabajo en equipo. Un espacio de trabajo colaborativo con salas de reuniones que permite a los equipos trabajar juntos y mantener una comunicación fluida y constante, sin la necesidad de agendar reuniones o enviar correos electrónicos y links. Esto facilita la colaboración en tiempo real y la toma de decisiones más rápidas y efectivas.

En resumen, el teletrabajo se está convirtiendo en una opción cada vez más popular para muchas empresas y trabajadores, ya que ofrece una serie de ventajas, como la flexibilidad de horarios, la reducción de costes en desplazamientos, una mejora en la calidad de vida, y un aumento en la productividad. Sin embargo, también existen retos importantes a considerar, como la falta de separación clara entre el trabajo y la vida personal, y la necesidad de mantener una comunicación efectiva y una colaboración fuerte con los compañeros de trabajo.

Para superar estos desafíos, es importante que las empresas adopten una política de desconexión digital y fomenten el uso de herramientas que se adapten a este modelo de trabajo remoto. Con un enfoque consciente en estos factores, el teletrabajo puede ser una solución muy beneficiosa tanto para las empresas como para los trabajadores.