Entendemos por desarrollo de software el proceso en el que se divide el trabajo de un proyecto de programación en distintas fases de creación y gestión.

A día de hoy, somos perfectamente conscientes de que la tecnología avanza a pasos agigantados. Los proyectos tecnológicos están regidos por la innovación y la competitividad, por ende, para adaptarnos estamos destinados a realizar una gran variedad de cambios durante el camino. Entonces, ¿por qué nos centramos en proyectos tradicionales con alcances rígidos?

 

¿Cómo y dónde surgen las metodologías ágiles?

La metodología ágil o metodología agile no es algo nuevo. El término se acuñó por primera vez en el año 2001 cuando un grupo de críticos de los modelos de mejora del desarrollo de software, entre ellos Kent Beck y Martin Fowler, se reunieron y concluyeron que las metodologías clásicas no funcionaban debido a su pesadez junto a una fuerte dependencia a planificaciones detalladas previas al desarrollo. 

De allí surgió el manifiesto ágil y de él, diversas metodologías que siguen sus principios poniendo en primer lugar la entrega continua de valor, los individuos e interacciones, aceptando el cambio inherente al desarrollo de software como ventaja competitiva.

Existen 4 pilares básicos para una gestión de proyectos de desarrollo de software bajo la metodología ágil:

  • Individuos e interacciones por encima de los procesos y herramientas
  • Software en funcionamiento sobre documentación extensiva
  • Colaboración con el cliente por encima de la negociación contractual 
  • Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan

Por definición, estas metodologías permiten adaptar la forma de trabajo a las verdaderas condiciones del proyecto. Gracias a ellas, se ofrece una alta flexibilidad a los cambios debido a un alcance abierto, dinámico, mediante iteraciones con entregas frecuentes de software funcionando, consiguiendo como resultado una mayor adaptabilidad y una disminución del riesgo.

 

Ventajas del uso de metodologías ágiles

Las ventajas que obtenemos con este conjunto de buenas prácticas son muchas, entre las principales encontramos:

 

  • Compromiso y trabajo colaborativo

Uno de los principios en los que se basa esta forma de trabajo es la colaboración diaria entre todos los participantes mediante una comunicación fluida y la alta implicación durante todo el proceso de creación y desarrollo del proyecto. 

El trabajo en equipo junto al cliente, la responsabilidad y el compromiso, junto a la motivación y retroalimentación continua, son factores clave fundamentales para el éxito. 

 

  • Rapidez, eficiencia y reducción de costes

Los equipos de trabajo son autogestionados y permiten realizar diferentes partes del desarrollo a la vez, a diferencia de los métodos convencionales donde se realiza de forma lineal. Gracias a entregas parciales y regulares, la implicación del cliente es muy alta. Permite revisiones y correcciones, adaptándose a las necesidades reales del proyecto para una entrega final limpia con un coste de desarrollo más económico.

 

  • Minimizar el riesgo y acelerar el retorno de la inversión

La estrategia de desarrollo incremental permite mediante la entrega continua de software funcionando, un feedback temprano y la posibilidad de hacer pequeños pagos durante el proceso como una forma de rentabilizar el proyecto obteniendo el producto mucho antes minimizando el riesgo. 

Además, al ir completando por fases los avances, tendremos una base de un Mínimo Producto Viable (MVP) que permitirá obtener una versión sobre la cual validar con el menor esfuerzo posible la respuesta del  mercado.

 

  • Simplicidad y aumento de la productividad

La ley de la simplicidad se impone buscando la capacidad de reducir a la máxima expresión cada tarea del proyecto haciéndola lo más sencilla posible. Debido a esta división del trabajo y a una comunicación continua, la productividad aumenta al ser mucho más ágil.

 

  • Mejora la satisfacción del cliente

La prioridad es la satisfacción del cliente mediante la entrega temprana y continua de software con valor. Teniendo en cuenta que al terminar cada etapa del proceso, el equipo informa y entrega los avances realizados, el cliente tiene la oportunidad de revisar y dar el feedback correspondiente en cada iteración.

 

  • Capacidad de predicción

Alcanzar un mayor control sobre el proyecto gracias a los ajustes y conseguir visibilidad mientras se avanza en el desarrollo, hace que seamos capaces de predecir de forma más acertada el tiempo y los costes finales.  

metodología ágil

 

Los métodos agile más conocidos

Se trata de un marco de trabajo donde se aplican un conjunto de buenas prácticas para el trabajo colaborativo en equipos auto organizados altamente productivos. Se utiliza una estrategia de desarrollo incremental e iterativa dividida en ciclos temporales cortos llamados sprints, que solapan las distintas fases en vez de realizarlas de forma secuencial o en cascada.

Cada iteración (usualmente de 2 semanas), debe proporcionar un resultado completo, aportando un incremento al producto final.

 

  • Kanban

Kanban es una palabra japonesa donde Kan es “visual” y Ban significa “tarjeta”. Es un sistema de información para la gestión de un proyecto de forma general con mejoras continuas durante el proceso, que usa flujos visuales a través de tableros con tarjetas de cada tarea y el tiempo de ejecución de cada una. 

El objetivo de esta metodología es la mejora continua en la gestión del flujo de trabajo y optimización de los procesos. Ayuda a detectar y evitar fácilmente tiempos muertos y cuellos de botella.

 

  • Lean Software Development (LSD)

El modelo Lean consiste en unos principios y prácticas que, si bien comenzaron en el ámbito de la fabricación como una forma de optimizar las líneas de producción, también pueden aplicarse al desarrollo de software. 

Aplicar Lean en un proyecto tiene como finalidad el poder utilizar la menor cantidad de recursos para hacer más eficiente los procesos logrando hacer más con menos inversión, esfuerzo y tiempo.

Sus pilares fundamentales son la eliminación de residuos, la entrega rápida, la creación de conocimiento y la generación de calidad y valor al proyecto a través del trabajo en equipo.

 

En conclusión, existe una variedad muy amplia de metodologías que pueden aplicarse al desarrollo de software creadas en respuesta a las deficiencias de otros métodos más rígidos. 

El enfoque orientado al cliente, junto a la capacidad de adaptación a los rápidos cambios y demandas del mercado y de la tecnología, marcan una ventaja competitiva en aquellos que aplican este tipo de modelos, tanto individualmente como combinándolos para conseguir los resultados deseados.

 

 

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