Hoy en día, la gran mayoría de músicos siguen enfrentándose a grandes dificultades para hacerse oír y encontrar un hueco en el mercado español, especialmente desde la pandemia y, más concretamente, en el sector de la música en vivo, según los datos de extraídos de Statista.
Por otra parte, la industria de la música en vivo en España facturó 157.637.491€ en venta de entradas durante el año 2021, según Industria Musical, remontando un poco los números obtenidos durante la pandemia del Covid-19. La mayoría de estos ingresos proceden del patrocinio, son los sponsors los que a día de hoy sostienen la rentabilidad de este formato musical. Esta inversión por parte de patrocinadores también se redujo durante la pandemia, aunque su recuperación ha sido notable en los últimos años, llegando a niveles más estables.
Por ejemplo, en 2021 se celebraron en España un total de 64.680 conciertos, que según Statista, son 19.400 conciertos más que el año anterior. Esto indica una mejora, aunque no se alcanzan todavía las cifras previas a la pandemia.
Además, si seguimos hablando de datos, llegamos a la conclusión de que el sector musical es uno de esos sectores menos estudiados estadísticamente. A día de hoy no hay una estimación, por ejemplo, del número de músicos que hay en España, ya que la mayoría de ellos no cuentan con visibilidad suficiente o no tienen oportunidades que les permitan vivir de la música. De hecho, la mayoría de ellos tienen la música como un hobby o trabajo complementario, y se dedican a otra ocupación para poder subsistir.
La estructura de la industria musical a día de hoy
Antes que nada es necesario entender la coyuntura de este sector. Y es que su evolución en los últimos años ha hecho que podamos hablar de una división de la propia industria en tres ramas bastante diferenciadas:
- En primer lugar tenemos la labor discográfica, basada en la grabación y distribución de música.
- En segundo lugar, el mundo de las licencias para música. Esta rama ha sido marcada por los derechos de explotación musical por parte de empresas que utilizan música para, por ejemplo, campañas de publicidad.
- Por último, tenemos el sector de la música en vivo, marcada por la disminución de los eventos en directo.
Aunque anteriormente eran las discográficas y la música en vivo los sectores que generaban mayores ingresos, a día de hoy es la gestión de licencias, debido al auge de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
La industria de la música y su relación con la innovación
La industria de la música ha estado relacionada con la innovación desde sus inicios.
Al principio, esta innovación estaba sujeta a los formatos físicos, y posteriormente a los digitales. Actualmente, si hablamos de innovación en este ámbito, ésta se relaciona con las escuchas en streaming, los sistemas de pago, inteligencia artificial e incluso NFTs. Es decir, la mayoría de los avances tecnológicos están relacionados con el ámbito digital y no con los conciertos y el mundo de la música en vivo.
La labor de las nuevas startups en el proceso de digitalización e innovación en el sector de la música
“Hay artistas pequeños (pero con mucho talento) dejándose la piel para que alguien escuche lo que hacen, que podrían ser los próximos artistas famosos que todos conocemos, pero que poca gente les presta atención o les llega a conocer. Hay muchísimas covers y versiones increíbles en Youtube que nos ponen los pelos de punta.”
A partir de aquí, nacen nuevas startups y proyectos innovadores. Con el objetivo de fomentar el consumo de la música en vivo a través de la innovación y la digitalización, en concreto de esta rama del sector, ya que es un nicho de mercado con mucho potencial y capacidad de crecimiento.
Esta innovación de la que hablamos puede desarrollarse de diferentes maneras, pero la mayoría de ellas se sustentan el afán de cubrir las nuevas necesidades digitales a las que se enfrentan, no solo los artistas y músicos, sino otros eslabones de la cadena como pueden ser, por ejemplo, managers y demás participantes del sector.
En consecuencia, muchas empresas han optado por la simplificación de la red de proveedores dentro del mercado musical. Podemos encontrar startups como Fander, que apuestan por conectar a músicos con personas o empresas que busquen contratar música en directo de manera más accesible, para dar una solución a los posibles problemas del sector.
¿Qué quiere decir eso? Que la tecnología puede ir mucho más allá y no solo beneficiar a los grandes artistas, sino también a los más pequeños o desconocidos para que sus oportunidades sean mayores.
Como comentamos anteriormente, faltan números y datos dentro de este sector, no sabemos a día de hoy cuántos músicos hay en España y esto se debe, en gran parte, a que la mayoría de ellos no cuentan con los recursos necesarios para hacerse oír y ser descubiertos. Hay mucho talento musical que nadie conoce y que, aunque puedan hacer uso de las redes sociales para compartir su música, el alcance que estos pueden llegar a tener no es suficiente para permitirles vivir de ello.
Además, todas (o la gran mayoría) de las innovaciones se materializan en plataformas web o aplicaciones móviles, accesibles e intuitivas para todos. De esta forma, puede llegar al público de una forma más masiva y con mayor impacto en la comunidad.
Lo que está claro es, que aunque la tecnología y los avances lleguen hasta el punto de permitirnos asistir a un concierto desde el sofá de nuestra casa usando unas gafas virtuales, aún hay un gran porcentaje de personas a las que la adrenalina de vivir un concierto en directo les sigue motivando. Es por eso que la labor de las nuevas empresas con los avances tecnológicos es tan importante en el sector de la música en vivo, para apoyar a los artistas y evitar que el efecto que provoca una canción en directo siga emocionando a mucha gente.
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