La digitalización ha traído al ámbito laboral nuevos modelos tecnológicos que fueron adoptados de forma acelerada durante la pandemia. Ahora entramos en una nueva normalidad que busca mejorar el trabajo, haciéndolo más ágil, rápido y sobre todo mucho más especializado en cuanto a conocimiento y formación de los trabajadores. Esto es a lo que hoy en día nos referimos como las nuevas formas de trabajo (en inglés New Work Order) y que nos está afectando a todos a diferentes niveles. 

 

El modelo de trabajo pre-Covid

Durante mucho tiempo las grandes corporaciones dedicaron importantes esfuerzos a construir lo que se ha denominado como la cultura empresarial. La cultura empresarial es un conjunto de creencias, valores, normas, formas de pensar y actuar que creaban una determinada imagen de la empresa y la diferenciaba de las demás entre los trabajadores y el público general. Las empresas grandes, sobre todo los gigantes tecnológicos, competían por el mejor talento ofreciendo espectaculares campus empresariales con servicios para sus trabajadores como gimnasios, cafeterías, jardines, pistas deportivas, viajes y mucho más. 

Y aunque las empresas se centraban y ponían mucho empeño en medir el nivel de satisfacción de sus empleados, ya antes de la pandemia se podían empezar a atisbar algunos síntomas de agotamiento de aquel sistema laboral por la poca flexibilidad que ofrecía.

El confinamiento fue el acontecimiento definitivo que apresuró el cambio. Vació los lugares de trabajo y obligó a las empresas a improvisar una nueva manera de trabajar y a entender que la productividad y el éxito no dependen de tener a los trabajadores en oficinas físicas, bajo horarios rígidos y constante supervisión, sino que la clave está en la flexibilidad y la adaptabilidad a las necesidades, es decir, en la resiliencia. 

 

El trabajo en el futuro

La revista Forbes publicó recientemente un estudio de Nicholas Bloom, profesor de economía de la Universidad de Stanford, sobre el trabajo desde casa. Según Bloom, el modelo de trabajo futuro podrá clasificarse en trabajos presenciales, para aquellos puestos específicos que exijan necesariamente la presencialidad, y el resto quedará dividido en trabajo en remoto o trabajo híbrido

Sigue esa misma línea el concepto de liquid workforce, término acuñado en el año 2016 por Accenture, que se refiere a un modelo de organización en el que se formen equipos capaces de trabajar bajo demanda y en remoto de forma conjunta en estructuras planas, donde todos los miembros colaboran, aprenden de todos y aportan por igual al proyecto, cubriendo de forma ágil y eficiente las necesidades que vayan surgiendo. 

Como las tareas se llevan a cabo bajo demanda por equipos creados específicamente y en función de las necesidades de cada proyecto, una vez que finaliza los trabajadores que han tomado parte en él pueden dedicar sus esfuerzos en otro lugar, en otro proyecto y con otro equipo, en función de los requisitos tanto de empresas como de trabajadores. Por este motivo, el papel protagonista en las nuevas estructuras de trabajo futuras lo desarrollarán los freelancers. 

De hecho, el cambio de modelo está tan avanzado y encaminado que muchas empresas han comenzado ya a conformar departamentos nuevos dedicados a gestionar todo lo relacionado con las colaboraciones con los freelancers. Estos departamentos se denominan de ‘Colaboraciones Externas’ y pueden estar dentro del tradicional departamento de Recursos Humanos o ser independientes. 

freelancers futuro

 

Ventajas de trabajar con freelancers

Estos trabajadores independientes, altamente formados y cualificados que trabajan en proyectos digitales, serán los protagonistas del nuevo modelo laboral tanto por su altísimas capacidades y formación como por las ventajas que tiene para las empresas contar cada vez más con estos perfiles. 

Debemos tener presente a la hora de hablar de los beneficios de trabajar con freelancers que la vida media de una habilidad digital es de solamente cinco años. Sin olvidar tampoco que los sectores en los que estos trabajadores están mayoritariamente especializados, tech & data, fotografía, diseño y muy especialmente marketing, son campos cada vez más fragmentados, donde la aparición de nuevos saberes y herramientas es continua, casi mensual, y sería extremadamente costoso para cualquier empresa dedicar recursos a formar a sus empleados en tantas áreas diferentes, tantas herramientas nuevas y mantenerles al día de todo

Sin embargo, los freelancers dedican de media 4 horas semanales a mejorar y ampliar sus conocimientos. Es decir, dedican 4 horas semanales a seguir formándose y aprendiendo. Esto les convierte en trabajadores de mucho valor al ser especialistas en áreas muy concretas con habilidades y capacidades muy específicas

Otra ventaja es que el proceso de contratación se acorta notablemente al contar con estos profesionales. De hecho, se tardan solamente 6 días de media en contratar a un freelancer. Además estos tiempos se reducen notablemente en muchos casos gracias a la creciente aparición de plataformas como Talentomnia, que optimizan los tiempos y facilitan la contratación, que puede llevarse a cabo incluso en menos de 24 horas, lo que mejora la agilidad y la rapidez ya desde las etapas más iniciales de los proyectos. 

Las empresas también se beneficiarán de poder seleccionar a los profesionales sin límites geográficos, como consecuencia de prescindir de la presencialidad en la oficina. Contar con freelancers mejorará su capacidad de reacción y adaptación a los cambios y a las nuevas exigencias que puedan aparecer, lo que les convertirá en empresas más resilientes y mejorará su productividad y eficiencia. 

Cada vez son más las compañías que adoptan una política de contratación de talento flexible y se encaminan a una estructura laboral líquida para adelantarse, e incluso protegerse, de los desafíos que vengan en el futuro. En marzo de 2019, justo antes de la pandemia, Google ya contaba con más freelancers que trabajadores fijos, 120.000 de los primeros por 102.000 de los segundos. Todos los expertos en la materia insisten en que el cambio es irreversible y este es el camino a seguir, por lo que las empresas que no lo hagan se verán inevitablemente condenadas a quedarse atrás.

 

 

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