Muchas de las personas que hoy dirigen empresas, sean o no de base tecnológica, han crecido viendo a sus padres marcharse por la mañana, llegar por la noche y en muchas ocasiones no disfrutar de aquello en lo que trabajaban. Atraer talento es fundamental para una economía.
Algunos de ellos, incluso, renunciaron a pasar su infancia cerca de su familia como consecuencia de traslados derivados de la actividad profesional de sus progenitores. Algo que les hizo crecer en aspectos diversos, pero perder cercanía o capacidad de elección en otros.
Captando talento en la era del teletrabajo. El atractivo de ‘los otros hubs’
La actual es la primera generación de la historia de la humanidad que, en un 60% de empleos, puede ejercer su actividad laboral desde cualquier lugar del planeta. Únicamente necesitan una conexión a internet, presente en gran parte del globo, y un ordenador portátil o tableta. E incluso, en ocasiones, con un teléfono inteligente es más que suficiente.
Y si algo tienen claro muchas personas, especialmente tras las circunstancias vividas en la pandemia, es que no merece la pena perder el tiempo en sitios donde no eres feliz o no te sientes realizado. Sí, hay algunos perfiles que no pueden escoger y viven anclados a compañías concretas, pero incluso ellos disponen de opciones como ‘bootcamps’ para reinventarse en tan solo un año.
Vaya por delante que no todo el mundo puede, o quiere, o tiene la capacidad, la valentía o las circunstancias de hacerlo. Pero tanto jóvenes sin arraigo y con ganas de viajar y vivir experiencias como seniors que prefieren mirar al mar antes que a una ciudad industrial, están aprovechando la oportunidad que les brinda el modelo híbrido o totalmente remoto. Y constituyendo una nueva tribu por la que pugnan numerosos lugares en todo el mundo.
Es el caso de Topeka (Kansas), ciudad 229 de Estados Unidos en cuanto a población, y sus 15.000 dólares de reclamo para quien decida mudarse y emprender. Pero el dinero no lo es todo para esta generación a la hora de encontrar un ecosistema que les acoja. De hecho, ni siquiera es lo principal, es una consecuencia de saber aglutinar talento.
Por muy atractiva que sea una urbe concreta, si no puedes encontrar personas con tus conocimientos e inquietudes y empresas que favorezcan tu crecimiento, es factible que escojas otro lugar. Lo que está trasladando los hasta ahora considerados centros de poder a sitios más pequeños pero capaces de convertirse en un conglomerado emprendedor. El acuñado ‘city magnetism’.
Si atraer talento ya no es cosa de grandes polos de innovación o ciudades icónicas, ¿cómo se posiciona una región entre las opciones favoritas de esa generación que elige dónde probar fortuna?
Una pista nos la proporciona el último informe sobre talento global y competitividad (GTCI, por sus siglas en inglés): “Los hubs medianos pueden ganar posiciones en el ranking porque ofrecen una mejor calidad de vida en factores como sostenibilidad o seguridad”.
Qué ofrece la Comunidad Valenciana en la carrera por captar talento
Vivir en Valencia ya era un privilegio para quienes, por ejemplo, decidieron que la primera sede en Europa de una aceleradora de Silicon Valley como Plug and Play no se ubicara ni en Madrid ni en Barcelona. Pero también, desde hace años, numerosas personas procedentes del norte de Europa y de Estados Unidos pasaban sus vacaciones (y algunos meses más, en ocasiones) en la costa de Alicante, donde a día de hoy el Distrito Digital concita numerosas compañías y profesionales.
Atraer talento digital
Y para que no creamos que todo es Mediterráneo, hace años que diversos nómadas residen en comarcas del interior, con clima de montaña y acceso a una gastronomía milenaria. Nos encontramos ante segmentos poblacionales cercanos entre sí en coche o tren, con aeropuertos internacionales y conexiones rápidas y directas con la mayoría de España. Lo que, para quienes están acostumbrados a recorrer grandes distancias en sus respectivos países y asumir unos altos costes en vivienda, suponen enormes ventajas en todos los sentidos.
Asimismo, existe un mercado creciente de productos y servicios para nómadas o expats, lo que supone una enorme facilidad a diversos niveles para quien decide aterrizar en esta región.
Aunque queda por delante, como una de las demandas más recurrentes, una legislación que simplifique todos los trámites y que otras localidades están exhibiendo como fuerza de atracción.
Para Krzysztof Szypillo, de Query Layer (cuyo cometido es ayudar a las empresas a gestionar los datos personales de sus clientes de manera sostenible y escalable), “sin duda Valencia se ha convertido en uno de los principales destinos europeos de los nómadas digitales o simplemente profesionales que en los tiempos de la pandemia querían cambiar las grandes metrópolis como Londres o París por una ciudad que les pueda ofrecer una mejor calidad de vida. Y no solo el clima o la gente con su carácter mediterráneo hacen que la ciudad enamore desde el primer día”, resalta este emprendedor de origen polaco arraigado en Valencia desde hace una década.
Cómo atraer talento
“Los medios de comunicación europeos cada vez más destacan las buenas infraestructuras, escuelas internacionales, hospitales y las iniciativas del estilo de ciudad donde todo está a 20 Minutos”, indica Krzystof. De hecho, apunta a que no todas las estadísticas reflejan la realidad. “Pienso que todavía hay mucho talento oculto que vive y trabaja de manera remota desde aquí. Y hablo tanto de expats como de españoles que vuelven tras vivir sus experiencias en países extranjeros», añade.
Porque no se trata sólo de atraer talento foráneo, sino de recuperar el que se fue y activar el que permanece dormido.
“Cabe recordar que, sobre todo en los últimos años y con el nacimiento de Startup Valencia, han surgido casos de éxito como Flywire o Jeff y el número de incubadoras, mentores, inversores y aceleradoras se ha multiplicado exponencialmente. Aun así, tanto las universidades como las administraciones deben empujar más ante la creciente competencia en estos aspectos”, concluye.
Comparte algunos aspectos de su visión Benyam Bou de Epixlife, una startup que ofrece soluciones nutricionales a través de su plataforma de eHealth. “En los últimos años, el ecosistema local de startups ha aumentado considerablemente y es fácil nutrirse de las sinergias existentes en la ciudad”.
Si bien, como aspectos a transformar, apunta que “para incentivar el emprendimiento sin duda debe mejorarse la fiscalidad valenciana. Y también no solo la atracción sino la formación del talento es necesaria para poder proveer a todos los proyectos que van creciendo en la región», argumenta.
Con estos puntos a solventar, concluye el CEO de Caminandum Thierry Scelles, quien ha orientado precisamente su idea de negocio al deporte al aire libre, uno de los grandes activos de la ‘healthiest region in the world’ que va desde la llaneza de la capital para generar records del Mundo de running hasta una de las regiones más montañosas del país como es Castellón. Sí, también la opción de evadirse es uno de los factores principales del mencionado ‘city magnetism’.
Caminandum opera desde España en países como Francia, Italia y Suiza y ello lleva a su responsable a comparar la ciudad con su actividad portuaria. “Estamos en un hub de transporte a nivel nacional e internacional de contenedores dedicados a las ventas al exterior. Para una startup, éste es un modelo fácilmente replicable porque te enseña cómo exportar fácilmente cualquier tipo de negocio”.
“Una de sus grandes ventajas, aparte del clima, es que los alquileres de oficinas son mucho más asequibles que en otras ciudades del país, pero como aspecto a mejorar todavía deberían mejorar las prácticas curriculares o extracurriculares de los estudiantes que quieran incorporarse a una compañía que mira al mundo. Hay poca gente que viaje a Asia, América, Europa o África y traiga a su vuelta una visión distinta de quien solo se establece aquí desde el inicio su base laboral. De hecho, depende de la época del año es difícil encontrar personal con buen nivel de idiomas”, concluye.
Apuntalando los puntos fuertes y trabajando para mejorar en las áreas con margen de crecimiento, la propuesta de valor del ecosistema valenciano ya obtiene reconocimiento en su misión por atraer el talento global y potenciar el local. La carrera no ha hecho más que empezar.
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