¿Te has planteado qué puede hacer por ti tu cliente? ¿Cómo puede ayudarte a impulsar tu negocio y a visibilizar e impactar en tu sector? No se puede cambiar algo sin involucrar a todos los actores afectados. Podemos contribuir a un futuro mejor, más inclusivo, justo, sostenible e igualitario teniendo en cuenta a la ciudadanía, aliada de la disrupción, que forma parte de él. Este artículo tiene como objetivo poner en valor el rol de las comunidades para crear negocios sostenibles y contribuir al bien común. Así que, sigue leyendo y descubre qué es lo que la ciudadanía puede hacer por tu empresa.

 

La ciudadanía como aliada de la disrupción

Algo positivo que ha puesto al descubierto la pandemia de la Covid-19 es la capacidad de colaboración entre ciudadanos y organizaciones. El informe del Observatorio de Capacidades Emergentes, publicado por Ideas for Change, recoge más de 150 iniciativas lanzadas durante este periodo que descubren cómo el campo de lo posible se ha ampliado. El objetivo de esta investigación fue invitar a reflexionar sobre cómo integrar estas nuevas capacidades ciudadanas, latentes hasta ahora, en las estrategias de salida de la crisis. El análisis concluyó con los siguientes puntos comunes:

  • La emergente sociedad en red y cómo poner los datos a producir valor.
  • La flexibilidad productiva de los activos y el potencial de lo infrautilizado.
  • La increíble capacidad de transformación de los colaboradores y el rol central de la ciudadanía
  • La reestructuración de los sistemas de negocio y el valor único para ponerlo en marcha.
  • El valor del conocimiento compartido en un contexto de destino colectivo.

 

En conclusión, la explosión de la productividad colectiva demuestra que la ciudadanía, además de capacidad de consumo, tiene muchas capacidades o roles, como el de producción, financiación y cocreación. Wikipedia, BlaBlaCar y Wallapop, entre otras empresas, ya ponen al ciudadano en el centro para crear contenido, compartir transporte e intercambiar productos. Están emergiendo cada vez más modelos de negocio donde la colaboración y el fomento de la participación ciudadana son clave para su buen desarrollo.

Sin embargo, en muchas ocasiones, el concepto de economía colaborativa en entornos corporativos asusta. Los cambios imponen, pero nada más lejos de la realidad. Ante este reto nos preguntamos, ¿cómo integrar estas capacidades dentro del sistema productivo? Aquí van tres requisitos indispensables para apalancarse en lo que los ciudadanos hacen y diseñar modelos de negocio a partir de los recursos existentes y de aquellos que vendrán en el futuro.

  • Actuar sobre sistemas como punto de partida: Cuando pensamos en sistemas, pensamos en todo lo que rodea e influye en la complexión de un elemento. Para hacer frente a la crisis sistémica actual, debemos primero cuestionarnos los grandes paradigmas del mercado energético, de la movilidad, del turismo, de la comunicación… y buscar nuevas oportunidades de actuación que nos lleven a cumplir nuevos propósitos. Es ahí donde incorporar la visión ciudadana y atender las necesidades colectivas es clave. No solo mejoras tu organización, sino las ciudades, las instituciones públicas, las entidades sociales… es decir, el sistema.
  • Cocreación como eje vertebrador: Abordar las preocupaciones de las comunidades a quienes diriges tu negocio, es indispensable para su éxito. Y, ¿qué mejor manera que invitándoles a formar parte de él? Ponerse en la piel de la ciudadanía y codiseñar juntos soluciones que generen valor. Ahí está la oportunidad. Invitándoles a entrar, a formar parte de la empresa, serás no solo activamente responsable con la sociedad, sino también con el planeta. Además, en este punto deben estar implicados todos los grupos de población, especialmente los Zetas con sus capacidades tecnológicas y transgresoras. Dejar atrás etiquetas y estereotipos para contribuir a las oportunidades vitales de estos jóvenes y a la vez impulsar tu propia organización.
  • La empresa y el mindful marketing: Hoy en día, la ciudadanía, aliada de la disrupción, está monopolizando los movimientos de las organizaciones. Las capacidades ciudadanas emergen como una nueva e inagotable fuente de prosperidad basada en alianzas, apoyos y consensos. En este artículo de El País, Gemma Segura, directora del máster de neuromarketing en OBS Business School, habla sobre la importancia de poner el foco en aquello que interesa al mercado y a las comunidades, “apostando por decisiones y acciones que generen, de verdad, una contribución a mejorar el mundo en el que vivimos y a la sostenibilidad del planeta, y un compromiso con el bienestar de las personas y sus necesidades”. La ética de una empresa,  “lo que hago, cómo lo hago y por qué lo hago ya que las marcas son un depósito de confianza», tal como remarca Javi Creus, fundador de Ideas for Change, es fundamental.

ciudadanía aliada disrupción

 

Como comentamos anteriormente, ya hay muchas empresas e iniciativas que destacan el rol de la ciudadanía, especialmente en un campo poco común: la investigación. ¿Te has planteado recolectar datos sobre contaminación en tu ciudad? ¿Qué te parece dejar de ser un mero consumidor y convertirte en un sujeto activo del mercado energético? Sí, todo esto es posible con la ciencia ciudadana.

 

La ciudadanía, motor del cambio y disrupción

Poniendo en valor las capacidades de las comunidades, proyectos cómo CitieS-Health, WeCount o TwinERGY son claros ejemplos. Cocrear una investigación que estudia cómo la contaminación afecta a nuestra salud mental mediante kits participativos y talleres de ideación, recoger datos de movilidad mediante sensores para hacer las ciudades más sostenibles y medir los efectos del tráfico y la contaminación, o empoderar a la ciudadanía en su consumo energético, convirtiéndose en prosumidores de energía para contribuir a su uso más rentable, flexible y sostenible. Estas son algunas de las acciones ciudadanas dentro de estos experimentos que muestran cómo, incorporando una nueva perspectiva, la ciudadanía, aliada de la disrupción, cambia las reglas del juego.

Resumiendo: el futuro va de capacidades ciudadanas. De involucrar al otro en nuestros objetivos, de cocrear soluciones que pongan en valor tu negocio y las ideas de las comunidades, sus inquietudes y virtudes. Ya hablan sobre “la imparable emergencia de las capacidades ciudadanas” Javi Creus, fundador de Ideas for Change, y Sergi Corbeto, CEO de Mind The Gap, en su último artículo. Apostar por una nueva mirada hace emerger nuevas oportunidades, prometedoras y disruptivas. ¿Qué opinas? ¿Cocreamos valor juntos?

 

 

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